sábado, 19 de septiembre de 2015

Infancia y el Bellas Artes








Durante mi niñez y adolescencia el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana (con su escultura de Rita Longa en la entrada) fue un sitio agradable que no me cansaba de visitar.

Mi abuela al quedarse viuda muy joven comenzó a trabajar ahí, quizá por eso íbamos tanto. Hubieran o no actividades nunca nos aburríamos.

Es imposible no dejarse llevar por la magia que envuelven ciertos lugares, aportando alegrías y gratos recuerdos.

Según iba creciendo me gustaban más aquellas visitas. Recuerdo la rampa alfombrada que conducía a las Salas de la Antiguedad, a las Europeas y a las Galerías de Arte Cubano. El teatro pequeño pero muy cómodo, de asientos y cortinas rojas por aquellos años.

Me veo sentada en una butaca de las primeras filas disfrutando los conciertos de piano, escuchando por primera vez composiciones de Lecuona y de Ignacio Cervantes.

El patio: acogedor con plantas y con fuente, donde también exhibían sus instalaciones muchísimos artistas plásticos en las Bienales de La Habana.

Ahí conocimos a Mendive y sus performances, las peñas de la Nueva Trova, de grupos de jazz, las exposiciones de fotografía, las tertulias literarias. Todo eso y mucho más se agolpa hoy en mi memoria.

Y aunque lo dijo el poeta: "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver", de buena gana regresaría al Bellas Artes siempre que tenga la oportunidad.




viernes, 18 de septiembre de 2015

Pasas de largo









Efímero pasaste, confundido,
insalvable tu andar desorientado.
Yo distante sacrifiqué el latido
contuve mi sentir un tanto airado.

Deseosa de encontrar no me descuido
del que vacío pende, desalmado.
Reprimir su temblor lo ha distinguido,
inmerso en soledades, fracasado.

Mi coraza está intacta, ya te has ido
tu llama artificial bien se ha apagado
te esfumas siendo parte del olvido.

Tu presencia jamás he adivinado
tus labios pasan desapercibidos
ni siquiera esta sed has aplacado.

martes, 8 de septiembre de 2015

Desasosiego










Me acerco a ti en medio de la noche
a través de un cable frío
indiferente.

Es tu nombre
eres tú
irrepetible y místico
que me llevas al borde
al mismo límite.

Desnuda estoy detrás de las palabras.

En medio de la noche cesa tu voz
mas permaneces
involucrado en cada gesto
en cada lágrima que aguarda sin recelo. 

miércoles, 2 de septiembre de 2015

La Habana, los 90 y el VIH









  


Él era seropositivo, pero ella no lo sabía. Cuando lo vio por primera vez sintió en lo más hondo que a partir de ese momento nada volvería a ser igual. Algo tenía de especial aquel muchacho.

Comenzaban los años 90 y "a verse" los primeros casos de VIH en La Habana. Muchos hasta evitaban (si podían) darles la mano, besar, abrazar a un "sidoso".

Una noche alguien le dijo que él se había contagiado hacía más de un año y que vivía en un sanatorio con otros enfermos, pero saber la verdad no fue obstáculo para ella. No le importó en lo más mínimo su cruz, ni el riesgo que podía correr si no se cuidaba.

Fue entonces cuando comenzaron una relación que muchos observaban perplejos. 

Con los años y mucha información, toda esa gente se dio cuenta que el VIH era un virus más y sólo había que protegerse. 

Quienes no se atrevieron a amar por prejuicios, o por miedo, esos sí estaban muertos y no lo sabían.




martes, 1 de septiembre de 2015

Espiral








Vuelvo a la soledad
a los mismos discos una y otra vez
a tu recuerdo impostergable
a mi timidez habitual
a desnudarme frente a nada
a dar demasiado
a marcar números telefónicos
a sentirte aunque no estés
a quedarme sin odio
a buscar un poco más de infortunio 
a desalmarme en un descuido
a caer
a levantarme 
a destruir puentes quebradizos
a recuperarme del olvido
a salvar lo insalvable 
a multiplicar errores 
a decir adiós aunque no quiera
a matar otro día y otro
a la soledad nuevamente
y todo comienza.