Necesitaba un imprevisto viaje
ahuyentar el estrés, aburrimiento.
En sueños divisaba aquel paisaje
mas nunca imaginé tanto tormento.
Contaba con amigos que fallaron
celebraciones, llanto, adrenalina,
reencuentro, fotos, risas no sobraron
aventuras sin fin en cada esquina.
De pronto apareciste: cambió todo
mi piel iluminaba tu presencia.
Tu amor me socorrió del sucio lodo,
retornando a la dulce adolescencia.
Quizá fue un gran error haberme ido,
desechar otra vez la loca suerte
de abrazarte, vivir sin tu latido.
No dejo hoy de luchar hasta tenerte.