lunes, 31 de agosto de 2015

Desistir









Intento una vez más
deshacerme de tu rostro
de estos días fatales
en los que tu ausencia
me atraviesa como una lanza.

Me sumerjo voraz en otro cuerpo
ojalá pueda satisfacer el alma
desterrar el fracaso
la mentira
irreconocible de tanto disfraz,
mientras te arrebato ese lugar
donde sigues infinito y prohibido.

Es difícil
porque sólo tu nombre me socorre.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Tiempo perdido








Empiezo a temerle al tiempo
sobre todo a esos días grises 
que se escapan irremediablemente
y es que siempre son tristes
por mucho que uno haga.

Son acaso como una bandada
de cuervos hambrientos
que picotean sobre tu espalda
mientras ansías una pizca de felicidad
que no encuentras,
mientras le tiendes mil trampas
al desespero
inmerso una vez más
en la nostalgia del pasado
en lo que no pudo ser.
      

miércoles, 19 de agosto de 2015

Reencuentro



                                                                                       
 



No estamos en La Habana 
para mí quedó atrás todo aquello
ahora es parte de ese pasado que duele
y uno arrastra aunque no quiera.

Aquí no tenemos el bullicio
ni aquel sol
el cálido hogar
las abuelas
la fiesta inacabable.

Aquí los escollos son diferentes
y la fuerza a veces se quebranta.
¡Es necesario tanto coraje!

El amigo se quedó en Cuba
es él ahora quien sueña 
vive entre el desespero
del encierro
y la más cruda impotencia.

No estamos en La Habana.
Han pasado los años,
sigo siendo la misma.

Procuremos bajo la llovizna de Galicia
saborear cada recuerdo de la isla,
salvar los gorriones
salvar la esperanza.


lunes, 3 de agosto de 2015

La libertad distante








Otro año que se ha ido
y seguimos en lo mismo:
hambre, escasez, socialismo,
fracaso, rabia y olvido.

¿Hasta cuándo comandante?
Ya no estás y sigue feo.
Cuba cautiva cual reo
de la libertad distante.

Todo es una gran mentira
sobre el pueblo que resiste.
El mal se extiende, persiste,
cada cual muestra su ira.                                                      
"Ya vendrán tiempos mejores".
¿Seguirá siendo una frase?
Sin lucha no hay desenlace
ni sucumben los horrores.