Todos se van
en mortal despedida.
Se alejan erguidos,
desprendidos como pétalos
en la triste corriente.
Huyen de ese lugar sin nombre
heridos de libertad.
El sabor de los años perdidos
se confunde con una sensación
extraña en el pecho.
La añoranza crepita
y es necesaria la música,
celebrar el porvenir.